Si se perdieran aquellos
a quienes amaba
la voz del pregonero
podría decírmelo –
Si fueran hallados
aquellos a quienes amaba
repicarían las campanas
de Ghent –
Si descansaran ya,
me motivaría la
margarita.
Philip – al llenarse de
estupor –
¡partió con su enigma!
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