domingo, 16 de abril de 2017

891

Al menos – aprendí – lo que puede ser un hogar –
Cuán ignorante había sido yo
de los bellos modos de la Alianza –
mi torpeza delante del himno

alrededor de nuestra nueva lumbre –
Sólo esto –
este detalle – de la manera – como me inunda
su memoria, es sumergirse en un mar celestial –

Qué mañanas en nuestro jardín – adivinado –
Qué zumbar – de abejas – para nosotros –
Sólo con pájaros que interrumpen
el escarceo de nuestro tema –

La tarea para ambos –
cuando el juego acabara –
Tu problema – cerebral –
y el mío – cierto efecto más tonto –
el puño de una camisa almidonado –
o una canción –

Las tardes que pasamos – juntos –
y el atardecer – en los caminos –
Cierta ayuda para vidas más pobres –
Las veíamos pobrísimas – debido a nuestras ganancias –

Y después, el regreso – la noche – y el hogar –

Luego, fallecer para ti –
Un cuidado – nuevo – más divino –
hasta que el amanecer nos devolviera a la escena –
transmutados – con más vida –

Esto parece un hogar –
y no es un hogar –
Sin embargo, lo que este lugar sea –
me entristece – como un sol que se oculta –
donde la aurora – sabe cómo ser –


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