Es muy bueno retornar – a mis
libros –
Distantes finales de días
cansados –
Esto casi agrada a la
abstinencia –
Y el dolor – se pierde –
entre la plegaria.
Así como los sabores –
alegran a huéspedes retrasados
Con banquetes que vendrán –
Las especias – estimulan el
tiempo
Hasta mi pequeña biblioteca –
Afuera – puede ser yermo –
Lejanos pies de hombres que
han desfallecido –
Sin embargo, el día feriado –
excluye a la noche –
Y esto se convierte en
campanas – adentro –
Doy gracias a estos parientes
de los anaqueles –
Sus rostros seducen entre
engaños,
Enamoran – en expectativa –
Y satisfacen – una vez
obtenidos –
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