Los árboles como borlas –
chocaron – se balancearon –
Una tonada pareció ascender
Desde criaturas diminutas
Acompañando al sol –
Lejanos salterios de verano –
Enamoran a los oídos
Que nunca antes solían
complacerlos –
Muy remotos – cuando eran más
hermosos.
El sol resplandece completo a
intervalos –
Luego un poco – después se
ocultó del todo –
Como si pudiera tener
opciones
Y tuviese haciendas de nube
Suficientes para envolverlo
Eternamente de la vista –
Excepto porque fuera uno de
sus caprichos
Permitir que crezcan los
huertos –
Un pájaro se posó con
descuido sobre el cercado –
Uno cuchicheaba en el camino
Acerca de temas plateados que
encantaron a una serpiente
Quien se enroscaba sobre una
piedra –
Flores esplendentes atravesaron
un cáliz
Y elevaron un tallo
Como inválidas banderas –
izadas con dulzura –
Con especias – en el
dobladillo –
Hubo más – pero no puedo
mencionarlo –
Qué mezquino – para quienes
observan –
El boceto dibujado por Van
Dyck
De un día de verano – de la
naturaleza.
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