Él entregó su vida –
Para nosotros – suma
gigantesca –
En su propia estimación – una
tontería –
Pero magnificada – por la
fama –
Hasta que reventó los
corazones
Que imaginaron poder
contenerlo –
Cuando rápido esquivó su
límite –
Y se desplegó – en los cielos
–
Nuestro es – estremecerse – y
llorar –
Y sorprendernos – y decaer
Por el proceso gradual de la
flor –
Él eligió – la madurez –
Y entusiasmándose – mientras
cultivábamos –
Hizo a un lado apenas el
capullo –
Y cuando nos volvimos para
notar el crecimiento –
Brotó – perfecto – de la
vaina –
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