lunes, 1 de agosto de 2016

685

Alegría – La gran tormenta ha concluido –
Cuatro – han recuperado la tierra –
Cuarenta – están hundidos, juntos –
en la arena hirviente –

Repiquen – por la minúscula salvación –
Tañan – por las bondadosas almas –
El vecino – el amigo – el novio –
que giran en los bajíos –

Cómo contarán ellos la historia –
cuando el invierno sacuda la puerta –
y hasta que los niños empiecen a preguntar –
¿los cuarenta –
no volvieron más?

Entonces que una levedad – bañe a esa historia –
Y un silencio – a la mirada del narrador –
Que los niños – no pregunten más –
Y que solo el mar – responda –



684

Dulces – seguras – casas –
Dichosas – festivas – casas –
Selladas con elegante hermetismo –
Cubiertas de acero – sobre tapas de mármol –
Los pies desnudos –

Los arroyos aterciopelados – en orillas satinadas –
No descienden tan suaves
Como las risas – y los susurros –
De la gente de perla en esas casas –

Que ninguna muerte calva – ofenda a sus salones –
Que ninguna enfermedad abusiva llegue
A desfigurar sus bellos tesoros –
La angustia – y la tumba –

Andan zumbando cerca de ahí – en coches
Confortables – Quizás no se pregunten –
Por qué – alguien – debido a la presión
De una sonrisa – interrumpe todo – para morir –