martes, 31 de mayo de 2016

491

El mundo se siente cubierto de polvo
Cuando nos detenemos para morir –
En ese momento – queremos el rocío –
Los honores – tienen un sabor seco –

Las banderas – vulneran a un rostro moribundo –
Sin embargo, el abanico más pequeño
Sacudido por una mano amiga –
Refresca – como la lluvia –

Cuando llegue tu sed
Que sea mío el ministerio –
Ir en pos de rocíos de tesalia –
Y bálsamos de hibla –



490

El sol descansa por la noche
De brindar resplandores
A la naturaleza – y a algunos hombres –
Algunos hombres – descansan a mediodía –
Mientras la naturaleza
Y el sol – siguen hacia adelante –



489

Mi fe es más amplia que las montañas –
Así pues, cuando las montañas sucumben –
Mi fe debe treparse en la rueda púrpura
Para indicarle el camino al sol –

Lo primero es que él ponga sus pisadas en la veleta –
Luego – en la colina –
Y después que se vaya del mundo
A hacer su dorada voluntad –

Si sus pies amarillos fallaran –
El pájaro no podría comparecer –
Las flores se dormirían en sus tallos –
El paraíso no tendría campanas –

Cómo atreverme, entonces, a escatimar una fe
De la cual depende algo tan vasto –
Sin que el firmamento me desamarre –
El remache de las correas.



lunes, 30 de mayo de 2016

488

Tú constituiste el Tiempo –
Que yo entendí Eternidad.
Una revelación de ti mismo –
Era por lo tanto divinidad.

Lo absoluto – quitó
Lo relativo –
De manera que yo ajustara a él
Mi lenta idolatría –



487

Presentimiento – es esa sombra alargada –
Sobre el césped – Señal de que los soles se ocultan –

Advertencia a la sobresaltada hierba
De que la oscuridad – está a punto de pasar –



486

Él narró un humilde cuento
Y lo salpicó con lágrimas –
Sobre su cara de niño estaba puesta
La cicatriz de los años –

Las mejillas arrugadas.
No había conocido otro beso
Que el copo de nieve
Compartido con el petirrojo del granero –

Si tenía madre – en el sepulcro –
O padre – en el mar –
O padre – en el firmamento –
O compañeros –

Si la colectividad terrena
O la colectividad celestial
Han echado de menos a un ciudadano descalzo –
Yo lo he redimido – vivo –



domingo, 29 de mayo de 2016

485

La totalidad de aquello no llegó de una vez –
Fue un asesinato por grados –
Una puñalada – y después una oportunidad perpetua –
De cauterizar el placer –

La gata prorroga la vida del ratón,
Lo afloja de sus dientes
Justo el tiempo necesario para molestar a la esperanza –
Después lo aplasta para matarlo –

Morir – es el premio de la vida –
Más satisfactorio si ocurre de una vez –
Que medio morir – y luego recuperarse
A un eclipse más consciente –



484

De hueco a hueco
Empujé los mecánicos pies –
Un sendero sin hilo –
Detenerse – o perecer – o avanzar –
Era igual de indiferente –

A si yo conquistaba un final
A si este concluye más allá
De lo revelado indefinido –
Cerré los ojos – y también estuve a tientas.
Era más liviano – estar ciega –


483

Aún más, ella me tocó mediante su mudez –
Aún más, ella me ganó mediante el modo
En que presentaba su pequeña figura –
Plegaria misma – de caridad –

Si mi única posesión fuera una migaja –
Si hubiese una gran hambre en la tierra –
Si la migaja fuera mi recurso para no morir –
¿podría resistirme a esa plegaria?

Aquel mendigo del cielo
No se puso de rodillas para agradecerme –
Pero compartió la migaja – se fue –
Y retornó a las alturas –

Cuando de pronto
Comenzó la plegaria –
Supuse que era como si el espacio cantara
Para él – y para los hombres –

Era el mendigo alado –
De esto me enteré después
Mientras agradecía
A su benefactora.


sábado, 28 de mayo de 2016

482

Wolfe preguntó con rudeza mientras moría:
“¿Quiénes tomaron el control del día?”
“Los británicos, General” – le respondieron.
“Es fácil morir,” replicó Wolfe –

Montecalmo, dio cuenta
de su espíritu contrario con una sonrisa –
“Bello”, dijo él – “Mi propia derrota
anticipará la de la libertad” –



481

Si probara la fama de mí misma
Cualquier otro aplauso sería superfluo –
Un incienso
Más allá de la necesidad –

Si no tuviera la fama de mí misma –
Aunque mi nombre fuera supremo de otra manera –
Esto sería un honor carente de honor –
Una diadema fútil –


480

Combatió como quienes no tienen nada que perder –
Se ofreció a las balas
Como alguien que no tuviera más uso
Para más vida

Convidó a la muerte – con audaz intento –
Sin embargo, la muerte se hizo tímida con él
Como otros hombres se hacen tímidos con la muerte.
Para él – vivir – era – fatalidad –

Sus camaradas fueron relevándose como los copos
 Cuando las ráfagas de viento voltean la nieve –
Pero él – fue dejado con vida,
Pues estaba deseoso de morir –



viernes, 27 de mayo de 2016

479

Debido a que no pude detenerme por la muerte –
Ella amablemente se detuvo por mí –
En el carruaje cabíamos solo nosotras –
Y la inmortalidad.

Avanzábamos con lentitud – Ella no sabía de prisas
Y yo había hecho a un lado
Mis labores, también mi ocio,
Debido a su cortesía –

Pasamos por la escuela, donde los niños
Se tornaban ansiosos en grupos – en el recreo –
Pasamos por los campos de estudioso grano –
Pasamos por el ocultarse del sol –

O, mejor – él pasó por entre nosotros –
Los rocíos dejaban gotas, temblorosos, fríos –
Pues mi vestido solo era gasa –
Mi volquete – solo tul –

Paramos delante de una casa que se asemejaba
A una hinchazón de la tierra –
El tejado apenas podía verse –
La cornisa – estaba sobre el suelo –

Todo esto – ocurrió hace siglos –
Y no obstante se siente más breve que el día
En que imaginé por vez primera que las cabezas
De los caballos estaban dirigidas a la eternidad –



478

¡Solo una vez! ¡Solicitud mínima!
¿Podría, diamantina, rechazar –
Una gracia – tan pequeña – apenas planteada –
Tan agónicamente urgida?

No podía ser un dios de pedernal –
Consciente de un suspiro –
Cuando debajo de su cielo – resonó frágil –
“¡Solo una vez!”
¡Dulce divinidad!




477

Él escarba en tu alma
Como los pianistas en las teclas
Antes de hacer música con plenitud –
Provoca que pierdas el sentido gradualmente –
Prepara tu naturaleza, que podría quebrarse,
Para el etéreo golpe
Mediante martillos más débiles –
Que se oyen más lejos – luego, más cerca –
Después tan lentamente que tu respiración
Tiene el tiempo suficiente para erguirse –
Tu cerebro – de frías burbujas –
Brinda – un – puñetazo – imperial –
Que despelleja a tu alma desnuda –

Cuando los vientos toman a los bosques entre sus garras –
El universo – calla –



476

Rezamos – al cielo –
Soltamos nuestras peroratas – acerca del cielo –
Relatamos – los momentos en que mueren los vecino –
A qué hora exacta – huyeron – al cielo –
Quién los vio –

¿Por qué volar?
¿El cielo es un lugar – un firmamento – un árbol?
Lo nuestro es la estrechez de ubicación –
No hay geografía ante los muertos –

Solo fasto – dotación – foco –
¿A dónde vuela – la omnipresencia?



475

Me formé a mí misma – como carpintera –
Aquella fue una época sin mayores ambiciones.
Mi cepillo y yo trabajábamos en equipo
Antes de que llegara cierto constructor –

A medir nuestros logros –
A comprobar si poseíamos suficientemente desarrollado
El arte de las tablas –
Podía contratarnos, pero a medias –

Mis herramientas asumieron rostros – humanos –
La banca en la que habíamos trabajado con denuedo –
Estaba persuadida contra el hombre –
“Nosotros – construimos templos” – dije –




474

Amas al Señor – que no puedes ver –
Le escribes – todos los días –
Una pequeña nota – cuando despiertas –
Y luego una carta extensa –

Durante el día –
Cuántos anhelos –
Sería un deleite para ti observar –
Sin embargo, sucede que la casa de él –
Se encuentra tan solo a un paso –
Y mi casa está – en el Cielo –
Tú misma puedes verlo –




473

Yo era la de más corta estatura en la casa –
Tomé la habitación más pequeña –
Por la noche mi lámpara diminuta, el libro –
Y un geranio –

Ubicada así podía atrapar la moneda
Que nunca dejó de caer –
Y tan solo mi canasta –
Déjame pensar –
Estoy segura de que eso era todo –

Yo nunca hablaba – excepto si alguien me hacía
Preguntas –
En aquel tiempo – de maneras breves y voces bajas –
No soportaba vivir – en voz alta –
El ruido, la algazara me avergonzaban tanto –

Y si aquello no hubiera estado tan lejos –
Y si nadie que yo conociera se hubiera ido –
Habría pensado en muchas ocasiones
Cuán desapercibida – podría morir –



472

Es bueno – volver a la tristeza –
Soportar de nuevo un día –
Al cual pensamos como el poderoso funeral –
De toda dicha concebida –

Recordar cómo – una por una –
Se insmiscuyó la hierba ocupada
Hasta que – saludó – toda la tristeza
Con el verano –
Y nadie logró ver la piedra.

Y aunque la aflicción que tienes hoy
Sea mucho más grande –
Así como el mar sobrepasa a su gota olvidada –
Ellos son agua – al fin y al cabo –



471

Preparar un paño humedecido –
Después de que la muerte enfrió el paño
Del único gusto con el que nos interesaba congraciarnos,
Es difícil –

No obstante – esto resulta más fácil –
Que hacerse una trenza –
Y alegrar el corpiño – cuando los ojos
Que le dieron caricias han sido rechazados
Por decálogos – de distancia –



miércoles, 25 de mayo de 2016

470

Ese primer día cuando, dulce, me alabaste,
Y dijiste que fui fuerte –
Que, si yo quisiera, podía ser poderosa –
Aquel día – excepcional entre los demás días –

Resplandece en el centro – como una joya
Entre diversos oros –
El menor – ese brillaba detrás –
Y más vasto – que los del mundo.



469

Mi jardín – como la playa –
Denota que existe – un mar –
Esto es el verano –
Así como ellos – van por las perlas,
Ella va – igual que yo.



468

Bahías completas – de rojo, y flotas – de rojo –
Y tripulaciones – de sólida sangre –
Se posaron por todo el oeste – esta noche –
Como si este fuera un territorio específico –

Y ellos – creaturas que han sido llamadas –
Con autorizados trajes de elegancia –
Puntualmente – programados – como un drama –
Que hace la venia – y desparece –



martes, 24 de mayo de 2016

467

Que el alma sienta, adentro, que está madurando
Es algo solemne –
Pende dorada –
Mientras más arriba – se detienen las escaleras
Del hacedor –
Y oyes – caer – a un ser –
Sobre el huerto, más abajo de todo –

Sentir al sol laborar aun en la mejilla
Que considerabas terminada –
Es algo maravilloso –
Él aparta – un poco – el tallo –
Con mirada fría y trabajo crítico –
Para echarle un vistazo – a lo que te interesa –
Sin embargo lo más solemne –
Es el saber que tu oportunidad en la cosecha
Se acerca un poco más – cada sol –
El único – para algunas vidas.



466

Vivo en la posibilidad –
Una casa más bella que la prosa –
Más numerosa en ventanas –
Superior – en puertas –

Con salas como cedros
Inexpugnables para la mirada –
Con los aleros del cielo, sus crestas,
Por eterno techo –

Prudente – en cuento a visitantes –
Esta – es su labor –
Desperdigar, amplias, mis manos delgadas
Para cosechar el Paraíso –



465

Esto – se llama – otoño –
La tonalidad – de esto – es sangre –
Una arteria – sobre la colina –
Una vena – a lo largo del camino –

Grandes gotas – por los callejones –
Y, desde luego, el aguacero de tintura –
Cuando los vientos – estremecen a la cuenca –
Y vierten la lluvia escarlata –

El otoño salpica los sombreros – abajo, a lo lejos –
Reúne charcos rojizos –
Después – se arremolina como una rosa – más lejos –
Sobre ruedas de bermellón –



lunes, 23 de mayo de 2016

464

Sin esta riqueza – hay nada –
Todas las demás
Son como el trinar de un pájaro –
Que es oído frente al mar –

No podría interesarme – ganar
Una riqueza menor que el todo –
¿Acaso no incluía ésta a las otras –
Como la costuras – incluyen al ovillo?

También quise que existiera una manera
De subdividir mi corazón –
Magnificaría – a la gratitud –
Sin reducir – el oro –



463

Un largo – largo sueño –
Un famoso – sueño –
Que no hace exhibiciones delante de la mañana –
Estirando los miembros – ni moviendo los párpados –
Un sueño independiente –

¿Existió alguna vez vagancia como esta?
¿Complacerse en los siglos
Sobre una banca de piedra –
Y nunca levantar la mirada – delante del mediodía?


462

En comparación con el ser
Un pájaro es semejante al plumón.
Los generales cielos – arriba –
Ponen a brotar una brisa fácil,

Se remonta – se agita – se vuelve un remolino –
Y se mide con las nubes
En un simple – incluso – deslumbrante paso –
Los pájaros no son diferentes –

Excepto en que sus pies acompañan
A un levantarse musical –
Como si el plumón en verdad emitiera una canción –
Debido al éxtasis – de todo esto.



domingo, 22 de mayo de 2016

461

Te cubrimos – dulce rostro –
No es que estemos cansados de ti –
Más bien es que tú te fatigas de nosotros –
Recuerda – cuando te vas –
Te seguimos hasta que no – sabes – más – de nosotros –
Y entonces – reacios – volteamos la espalda
Para aprenderte de memoria una y otra vez –

Y acusamos al escaso amor
Que estábamos contentos de exhibir –
Ese amor aumentado – dulce – cien veces –
Si tú – ahora – lo tomaras –



460

Fue un hecho sabido. La montaña del Himalaya
Se agachó con compasión hasta igualar en altura
A la arrobada margarita –
Para que esa muñeca brotara
Donde su universo –
Tienda de campaña por tienda de campaña –
Colgaba sus propias banderas de nieve –


459

¿Por qué te amo, Señor?
Porque –
El viento no le exige a la hierba
Que responda – el motivo por el cual cuando él pasa
 Ella no puede quedarse en su sitio.

Porque él sabe –
¿Y acaso ustedes y nosotros –
No somos ignorantes? –
Nos basta la sabiduría
de que esto es así –

El relámpago – nunca le preguntó a los ojos
Por qué se cerraban – cuando estaba junto a ellos –
Pues sabe que ellos no pueden hablar –
Y deben existir – razones del habla – no incluidas
Que prefieran personas más refinadas –

Señor – el amanecer – me obliga –
Pues él es amanecer – y yo por lo tanto – puedo ver –
Entonces –
Te amo –



458

Ella distribuyó sus bellas palabras como cuchillas –
Cuán resplandecientes brillaban –
Y cada una le daba vestido a un nervio
O coqueteaba con un hueso –

Ella nunca pensó – que estaba haciendo daño –
Eso – no es cuestión del acero –
Qué mal asumen las criaturas –
Una vulgar mueca en la carne –

Sentir dolor es humano – no una cortesía –
Una vieja costumbre de la mortalidad –
La fina película sobre el ojo
Justamente cerrándose – para morir –



457

A veces la naturaleza – incendia un brote –
A veces – despelleja a un árbol –
Si no mueren las hojas más frágiles –
Sus verdes pobladores lo curan –
A las estaciones venideras
Les rinden un mudo testimonio –
Que nosotros – quienes poseemos las almas,
Morimos con más frecuencia –
Y no con tanta vitalidad –



456

Una prisión termina por convertirse en amiga –
Entre su cara pesada y nuestro rostro –
Está expresado un parentesco –
Y acudimos a sus estrechos ojos –

Para buscar con gratitud
El rayo de luz adecuado
Que ella nos prodigará –
Por igual –
Lo hemos establecido como nuestro alimento –
Lo hemos anhelado –

Aprendemos a conocer las tablas
Que responden a nuestros pies –
Al principio – sonido muy miserable –
Pero no tan dulce como ahora –

Idéntico al chapotear en los charcos –
Cuando la memoria era una niña –
Un circuito más humilde –
Una alegría geométrica –

La postura de la llave
Que interpone el día a nuestros afanes –
No es tan real
La mejilla de la libertad –

Como este acero fantasmal
Cuyas características están tan presentes
Para nosotros – día y noche –
Como las nuestras –
Y casi tan sin – escapatoria –

La estrecha ronda de vigilancia – el turno –
El lento intercambio de esperanza – de algo
Más pasivo – más contenido.
La libertad que conocíamos

Era demasiado escarpada como para mirar
Hacia arriba – era evitada – como un sueño –
Demasiado ancha para cualquier noche,
Excepto para el Cielo –
Si es que eso, el Cielo – en verdad – va a redimir –