martes, 3 de mayo de 2016

402

Oí cantar a un oriol.
Puede ser una cosa muy común –
o simplemente divina.

El sonido del pájaro
que canta sin ser oído no es el mismo
que el de aquel que está entre la multitud –

El hábito del oído
viste de pardo o de color vivo
a lo que va a oír –

Así, haya runa –
o no,
proviene de adentro.

“La canción está en el árbol” –
me advierte – el escéptico –
“No, señor. En ti”.

  

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