jueves, 19 de mayo de 2016

451

El malayo – tomó la perla –
Yo – la noble – no –
Yo – le tenía mucho miedo – al mar –
No estaba bendecida – para tocar o tomar –

Rezaba para poder llegar a ser digna –
Del destino –
Y aquel hombre moreno nadó –
Y se llevó mi joya – a su casa –

A su casa, a su cabaña.
Qué triste, sin embargo, si yo hubiese conseguido la joya –
Al ser llevada sobre un pecho sombrío –
No habría considerado – correcto –
Ni siquiera un pequeño chaleco ambarino.

El malayo nunca supo
Que yo – también – la cortejaba –
Una perla tanto para ganar, como para ser destruida –
Como para él –



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