domingo, 8 de mayo de 2016

417

Alejada del accidente de perder;
por culpa del accidente de vencer
que nunca llegó a mis simples días –
yo misma tuve justamente que ganar –

Tan inconsciente – de las riquezas
como lo es el mayo marrón
de las perlas en aguas orientales –
marcadas con el signo de su propiedad –

Cuánto jolgorio agitaría su lenta concepción –
si tuviera el poder de soñar
que – excepto la fracción de la dote –
las perlas incluso lo estaban esperando –



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