El corazón no se rompe con un
garrote
ni con una piedra –
Conocí
un látigo, tan pequeño que no
podía verse,
para azotar a la mágica
criatura
hasta provocar su caída.
No obstante, el nombre de ese
látigo
es muy noble como para
pronunciarlo.
Magnánimo como el pájaro
(descrito por un niño)
que le canta a la piedra
por la cual murió –
La vergüenza no necesita
esconderse
en una tierra como la nuestra
–
Vergüenza – mantente erguida
–
El universo es tuyo.
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