El verano puso el sencillo
sombrero de la dama
sobre su modesto estante –
Desapercibida – una de las
cintas resbaló.
Vuélvela a poner tú misma.
El verano puso el suave
guante de la dama
entre su silvestre cajón –
¿Dónde estaba ella, cómo
estaba? –
¿Era solo el apremio de la
ansiedad?
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