lunes, 13 de agosto de 2018

1364


Huir es una palabra tan agradecida.
Con frecuencia la considero en la noche,
dentro de mí misma,
sin espectáculos exteriores.

Huir – es la canasta
donde mi corazón está preso
cuando el resto de la vida se malogra
descendiendo a una horripilante fortaleza –

Huir. No para ver al Salvador –
sino para ser el Salvado –
Por esta razón reclino mi cabeza
delante de esta noble palabra –



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