domingo, 11 de junio de 2017

988

Dijo la muerte a la pasión:
“de todo lo tuyo dame un acre”.
Respondió la pasión, mediante respiraciones contraídas,
“para ti mil veces no”.

La muerte le arrebató
su Oriente entero.
La pasión – soberana como el sol,
buscó un nuevo lugar en el Occidente
y el debate concluyó.



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