miércoles, 8 de agosto de 2018

1318


Nuestros pequeños secretos se van con premura –
junto a los de Dios, que él no dirá –
Él cumplió su palabra durante un trillón de años
y no podríamos nosotros también cumplirla
excepto por el mísero placer
de maravillarnos mutuamente.
No hay dulzura bajo el sol
que se pueda comparar con esto –



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