sábado, 15 de julio de 2017

1031

Andando con fatiga hacia el Edén, mirando hacia atrás,
me encontré con el niño de alguien.
Le pregunté su nombre – Él me susurró “Trotwood” –
Dama: ¿acaso él te pertenecía?

¿Te consolaría – saber que lo conocí –
y que parecía no tener miedo?
No pude llorar – debido a la nueva relación,
muy sonriente – que establecía aquél pequeño –



No hay comentarios:

Publicar un comentario