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Más apropiada para verlo a él podría ser yo,

debido a la larga abstinencia – para mí – gracia –

El pasar de un año crecerá

con veranos y con inviernos –

un rasgo brindará para convertirme

en la más bella del planeta –

Esperar – entonces – parecerá tan digno

que imputaré con la mitad del dolor

la culpa de haber sido elegida –

Tiempo para anticipar su mirada –

Primero – es placer – luego – sorpresa –

volver una y otra vez sobre mi rostro

a buscar evidencia de que estará la gracia –

que él dejó olvidada un día –

tan minúscula que buscará convencimiento

de que es esa gracia –

Yo solo no debo volverme tan nueva

que él se equivoque – y pregunte por mí

a mí misma – cuando yo acuda por primera vez

a la puerta – para ya nunca más ir a otro lugar –

Yo solo no debo cambiar y volverme tan bella

que él suspire y pregunte: “¿Dónde está ella –

la otra?” Sin embargo, el amor me vestirá

del modo correcto.

Seré perfecta a sus ojos –

Si acaso él percibe la otra verdad –

acerca de una joven más excelente –

qué dulce: no careceré en vano –

sino de ganancia –

y por pérdida – por tristeza – obtendré –

la belleza que a él premiará más –

la belleza de requerir – en reposo –