Fue su último verano –
pero no lo sospechábamos –
Pensamos en que una laboriosidad
más tierna la impregnó,
una agregada fuerza de vida
desarrollada desde adentro –
Cuando la muerte iluminó toda la brevedad
demostró el afán –
Nos sorprendimos de nuestra ceguera
cuando no había por ver más que su poste
de guía de Carrara –
delante de nuestra estupidez –
Cuando la diligente amada yacía
más harta que nuestro hartazgo –
estaba muy diligente – en su final –
estábamos – muy tranquilos –
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