Ella apostó sus plumas – Obtuvo un arco –
Lo pensó más – Volvió a subir –
En esta ocasión – más allá del estimativo
de envidia, o de gente –
Y ahora, en medio de la circunferencia –
su estable barco podrá ser visto –
en casa – entre las olas –
como la rama en la que ella había nacido –
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