Una gota cayó sobre el manzano –
otra – sobre el tejado –
Seis gotas besaron los aleros –
e hicieron que los gabletes del techo sonrieran
–
Unas cuantas salieron a ayudar al arroyo
quien fue a ayudar al mar –
Conjeturé que, si fueran perlas –
qué tipo de collares harían –
Fue puesto el polvo otra vez en caminos
empinados –
Cantaron los pájaros redoblados –
La luz del sol lanzó a lo lejos su sombrero –
Los matorrales – despidieron resplandores –
Las brisas trajeron laúdes de luto –
y los bañaron en el mar –
Entonces el oriente levantó una mano sencilla
y firmó la sesión del ir –
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