No dio ningún aviso, excepto una modificación –
No envió ningún mensaje, excepto un suspiro –
No hubo tiempo suficiente para que ella
especificara por quién lo hacía.
No aumentó su temperatura, aunque el verano
brillaba.
No estaba congelada escrupulosamente
aunque las recias heladas se apilaron en su
pecho
escarcha a escarcha –
Pese a que toda la aldea estaba observando –
no se asustó – hasta encogerse –
Por el contrario: mantuvo su gravedad alta –
sostuvo – directa – la mirada –
Y cuando quedó ajustada como una semilla
sobre tierra cuidadosamente encuadrada
contra la eterna primavera;
y, sí así ella prefiriera, fuera impedido
solo un montículo de su cálido regreso –
ella rechazó la invitación
que le formulamos – suplicantes, motivados –
como si nunca nos hubiera conocido –
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