miércoles, 1 de agosto de 2018

1245


Sonaba como la lluvia hasta encorvarse,
entonces supe que era el viento –
Caminaba lavado como una ola,
pero barría árido como arena –
Cuando se empujó a sí mismo
hacia cierta lejana planicie
se oyó una llegada de huestes.
Era la lluvia –
que llenó los pozos,
fue complaciente con los estanques,
formó burbujas sobre el camino –
Quitó las reservas de las montañas
y dejó las corrientes más torrenciales –
asoló acres, levantó mares.
Los lugares céntricos se estremecieron.
Luego, como Elías, se fue
sobre una rueda de nube.



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