Pienso que la hora más larga
de todas
Se presenta cuando los
carruajes llegan –
Y nos encontramos esperando a
la carroza –
Parece que el tiempo,
Indignado – por la llegada de
la alegría –
Bloquea las manecillas
doradas –
Y no quiere que los segundos
avancen –
Sin embargo el instante más
parsimonioso – concluye –
El péndulo inicia su conteo –
Los pasos se hacen más
apretados – sobre el pasillo –
Como pequeños estudiantes de
colegio – en voz alta –
El corazón empieza a
abarrotarse –
Entonces –
Prestado mi tímido servicio –
Aunque es un servicio de amor
– tomo mi pequeño violín –
Y me alejo – más al Norte.
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