Muriendo.
Para temerte debe uno dejar a tu artillería
expuesta ante un amigo –
dejar el amor atrás –
Más directo que tu viejo arco es un disparo,
deliberado, al corazón.
El polvo es tímido. No para sí mismo
sino para el enemigo. Amado sea
quien divorcie a tus baterías.
Dos ejércitos combaten con severidad
dentro de un ojo moribundo:
Amor y Certeza contra Amor y Revés –
No hay comentarios:
Publicar un comentario