miércoles, 24 de mayo de 2017

962

Existe una luz en primavera
que no está presente
en ningún otro periodo del año –
Cuando marzo apenas aparece aquí
afuera se levanta un color
sobre los campos solitarios
que la ciencia no puede abarcar
pero que la naturaleza siente.

Este color espera por encima
de la pradera, muestra al árbol
más alejado en la ladera más alejada
que conoces. Casi te habla.

Después, según los horizontes dan sus pisadas
o los mediodías reportan otro sitio sin la fórmula del sonido,
la luz pasa
y nosotros quedamos.
Esta es una cualidad de pérdida
que afecta a nuestra alegría.
Como si un pacto se hubiera entrometido,
de repente, en medio de un sacramento.



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