No sirvió ninguna medicina –
Por tanto – no era enfermedad
–
Ni hubo necesidad de cirugía
–
Y por eso – no era dolor –
Apartó las mejillas –
Los hoyuelos, uno por uno –
Dejó el perfil – más
desagradable –
Y en el sitio donde estaba la
lozanía
Dejó el pequeño rasgo
Que nunca tuvo nombre –
Tal vez lo hayas visto en una
cara moldeada –
¿Acaso fue culpable – el
Paraíso –
Entreabierto por unos
momentos –
De que la temeridad – se
acercara –
Y se enfermara – para siempre
Debido a algo que vio?
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