Hace muy poco, hoy –
Ha sucedido un fallecimiento
en la casa de enfrente.
Lo sé por el semblante nuboso
Que esas casas conservan –
siempre –
Los vecinos crujen entrando y
saliendo –
El médico – se despide –
Cierta ventana se abre como
una vaina –
Abrupta – y mecánicamente –
Alguien saca un colchón –
Todos los niños corren y lo
rodean –
Se preguntan si la muerte –
fue sobre él –
Solía preguntarme lo mismo –
Cuando el que moría era un
niño –
El sacerdote – entra, rígido
–
Como si la casa fuera suya –
Como si – en estos momentos –
él fuera dueño
De todos los dolientes –
incluidos los niños –
Después entran la mujer que
hace vestidos,
Sombreros – y el hombre
encargado
Del oficio espantoso – a
medir la casa –
Habrá, sin duda, esa
procesión oscura –
De borlas – y de carrozas
negras – Será pronto –
Es tan sencilla como una
señal –
La intuición de estos
acontecimientos –
En una simple aldea de
provincia –
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