miércoles, 6 de julio de 2016

558

Un visitante ataviado de marga –
Que ejerce influencia en las flores –
Hasta dejarlas ordenadas como bustos –
Elegantes – como cristales –

Que llega de visita por la noche –
Y concluye su resplandeciente diálogo –
Justo antes de que el sol aparezca –
Un visitante acaricia –
Y se va –

Sin embargo a quien tocaron sus dedos –
Donde corrieron sus pies –
Fuese cual fuese la boca que besó –
Todo eso es ahora como no había sido –



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