lunes, 23 de julio de 2018

1149


Después de cien años
nadie conoce el lugar.
La agonía que se escenificó allí
es inmóvil, como la paz.

Malas hierbas se alineaban triunfantes.
Extraños paseaban por ahí y deletreaban
delante de la solitaria ortografía
de los antepasados que han muerto.

Los vientos de campos de verano
recuperan el sendero –
El instinto recoge la llave
que la memoria dejó caer –



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