lunes, 30 de julio de 2018

1225


Las montañas quedaron de pie entre la neblina –
A continuación se detuvieron los valles,
y el río y el cielo se marcharon o esperaron
de acuerdo a su gustos.

El sol estaba sereno –
Sus intereses de fuego
eran una pequeña demarcación retirada –
El crepúsculo le habló a la aguja.

El acto de la caída de la tarde,
tan suave sobre la escena,
fue sentido por nosotros como algo muy próximo.
Era lo invisible.



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