El viento alzó las
pertenencias del Norte
y las amontonó en el Sur –
Después entregó el Oriente,
el Occidente
y abriendo la boca
hizo como si se tragara
las cuatro divisiones de la
Tierra.
Mientras tanto todo se hacía
a un lado,
avergonzado, detrás de ese
terrible poder –
El viento se fue a su
aposento
y la naturaleza se arriesgó
hacia afuera –
Sus lacayos se dispersaron al
lugar que les era propio,
sus sistemas se enfilaron
alrededor de ella.
El humo de las casas subió de
nuevo.
El día se oyó en el exterior.
Cuán íntima fue la tempestad
que pasó.
Y el rapto del pájaro –
No hay comentarios:
Publicar un comentario