Un pequeño perro que mueve la
cola,
y no conoce alegría diferente
de ser el pequeño perro
recordado por un niño,
soy yo.
El niño da brincos todos los
días de la vida
sin causa terrena
porque supongo,
sinceramente,
es un niño pequeño –
El gato que habita en los
rincones
olvida su día de combate.
El ratón, ahora sin tradición
de su lote, sin deseos.
Me recuerdan otro asunto
que no era favor ni era
juego:
suplicar a cada pequeño niño
pero no por hacer solo un
poco de ruido –
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