He derramado a gotas mi
cerebro –
Mi alma está entumecida –
Las venas, que estaban
acostumbraban a correr, se detienen
perladas – una parálisis
perfeccionada en piedra –
La vitalidad, tallada,
liviana –
Mis nervios reposan en mármol
–
Ayer era una mujer que
respiraba –
Dotada con el Paraíso,
No era muda – yo no tenía una
forma conmovedora –
un sentimiento que fascinaba
y agitaba –
Instintos para danzar – una
parte juguetona –
Una aptitud de ave –
A quien obró con mármol de
Carrara en mí
y cinceló mi melodía –
Brujería – o muerte –
Tengo aun la oportunidad de
obligar
a ser movimiento –
respiración – en algún lugar –
Aunque esto suceda dentro de
muchos siglos
y todo límite dure una década
–
Temblaré satisfecha.
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