martes, 17 de julio de 2018

1093


Era la crisis – Toda la amplitud había terminado –
Ese obtuso – yerto tiempo
que se presenta durante la fiebre o el singular suceso –
Ahora llegaba la ocasión –

El instante que sujetaba entre sus garras
al privilegio de vivir,
o el permiso de notificar al alma
al otro lado del sepulcro.

Los músculos amarrados como con plomo
no hubieran permitido la voluntad –
El espíritu sacudió al diamante –
pero no logró hacerlo sentir.

El segundo se levantó – discutió – salió –
Otro segundo había iniciado –
Y simultáneamente
un alma escapó, inadvertida, de la casa –



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