jueves, 16 de junio de 2016

521

Siempre he sentido –como una injuria
Lo que le hicieron – a aquel viejo Moisés –
Dejarlo ver – Canaán –
Sin poder entrar –

Y aunque en momentos más sobrios –
No existe Moisés
Que logre satisfacerme – el romance
En asunto de injuria –

Supera al más hábilmente instituido –
El de Esteban – o el de Pablo –
Pues estos – tan solo fueron ejecutados –
Mientras que la voluntad más sagaz de Dios

Parecía detenerse – en Moisés
Con un insoportable juego
Como un niño mayor – podría tratar con un niño menor –
Para demostrar capacidad –

La culpa – fue sin duda de Israel –
Si hubiera dependido de mí – habría
Desterrado a las tribus – y acompañado
Al gran viejo Moisés vestida de Pentateuco

A la plena posesión.
Que él hubiese visto – era poco –
Hombre viejo sobre el Nebo, así de tarde –
Mi justicia sangra – por ti.



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