sábado, 9 de julio de 2016

591

El día de mi muerte –
Oí el zumbido de una mosca –
La quietud en la habitación
Era como la quietud del aire –

Los ojos alrededor terminaron por secar –
Las oleadas de la tormenta –
Y los suspiros decidieron congregarse, firmes
Para este último comienzo –

Cuando se rindiera testimonio del rey –
En la habitación –
Por mi parte legué mis versos – firmé el testamento –
De la parte de mí que cedía –

Y fue en ese momento
Cuando se interpuso la mosca –
Entre la luz – y yo –
Con su zumbido errático – inseguro – azul –

Luego
Las ventanas fallaron –
Luego no pude ver
Si podía ver –




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