sábado, 5 de marzo de 2016

257


He conocido un cielo similar a una tienda de campaña –
Enrolla sus esplendorosas yardas –
arranca sus estacas y desaparece –
sin sonido de tablas
ni rasgado de clavos – ni carpintero –
Sólo las millas de marcación precisa –
que demarcan la despedida de un espectáculo circense –
en Norteamérica –

Ni rastro – ni ensoñación – de aquella cosa –
que ayer deslumbraba,
Ni anillo – ni maravilla –
Hombres y hazañas – disueltos
por completo –
Tal como la lejana navegación de un pájaro
deja ver tan solo un matiz –
un chapaleo de alas, una alegría –
y después se retira completamente de la vista.


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