lunes, 1 de febrero de 2016

152


Hubo un pequeño – muy pequeño bote
que renqueaba por la bahía.
Hubo un galante – muy galante mar
llamándolo a través de señas.

Hubo una voraz, muy voraz ola
que de la costa lo tragó –
Ni las esplendorosas velas adivinaron
que estaba perdida mi diminuta embarcación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario