Pienso en cómo ascenderá mi
forma –
hasta que mi cabello – mis
ojos –
y mi tímida cabeza –
se pierdan de vista – en el
cielo –
cuando yo reciba el perdón –
Pienso en cómo pesarán mis
labios –
Con esta plegaria – deformada
– temblorosa –
pido que tú – muy tarde – me
consideres –
el gorrión de tu cariño –
Entre la angustia – enviada –
me recuerdo –
Algunas de sus olas fueron
echadas a un lado –
Antes de que mi pecho simple
– se quebrara –
¿Y por qué no este pecho – si
están los otros?
Y así yo examino a esta cosa
– que ha sido perdonada –
hasta que – entre delirios
–sea llevada –
Debido a mi extenso esplendor
– a mi larguísima – confianza –
sin recibir la absolución –
dejo que mi corazón se desplome.
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