El norte – de bronce –
y llamas – se conforma –
esta noche – tan adecuado –
tan preconcertado consigo
mismo –
tan lejano – a las alarmas –
Una indiferencia tan soberana
al universo, o a mí –
infecta mi espíritu simple
con tandas de majestad –
hasta que adopto más vastas
actitudes –
y me enseñoreo sobre mi tallo
–
desdeñando hombres y oxígeno
para complacer su arrogancia
–
Mis esplendores son refugio
de salvajes animales –
Sin embargo, su espectáculo
no competitivo
va a entretener a los siglos,
cuando ya sea de tiempo atrás
una isla deshonrada de hierba
–
a quien nadie conocerá,
excepto las margaritas –
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