Tenía una joya entre los
dedos –
Me dormí –
El día era caluroso, los
vientos prosaicos –
Dije: “Se quedará” –
Desperté – Y regañé a mis
honestos dedos.
La gema ya no estaba –
Y ahora solo una remembranza
de amatista
es todo lo que tengo –
No hay comentarios:
Publicar un comentario