Recoge mi laúd.
Para qué –mi música,
desde que la alisa –pasivo –
el único oído al cual yo
quería hechizar –
Sollozar – valdrá – lo mismo
que un salmo.
Si el Memnón del Desierto –
me instruyera en el compás
que lo derrotó –
cuando – fue vencido por el
amanecer –
Tal vez – esto –podría
despertarlos.
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