795

La verdad – es tan vieja como Dios –

Su identidad es su gemela,

perdurará tanto como él

por una coeternidad –

Y morirá el día

en que él sea llevado fuera

de la mansión del universo

como deidad sin vida.

794

Ella se nos fue hace un año.

Su manera de demorarse sería desconocida

si la inmensidad fuera obstáculo para sus pies

o para esa zona etérea

que ningún ojo ha visto ni vivido,

Debemos ignorarlo –

Sólo sabemos en qué momento del año

tomamos el misterio.

793

Mi alma – me acusó – y me derrumbé –

Todo lo demás me acusó, como si lenguas

de diamante hubieran empezado a vilipendiar –

y sonreí –

Mi alma – durante aquella mañana –

era mi amiga –

Su favor – es el mejor desdén

hacia artificio de tiempo – o de seres humanos –

En cuanto a ese desdén –

sería más liviano soportar

un dedo de fuego esmaltado –

792

Así como los ojos de un público se acercan –

y se alejan,

estampados – ocasionalmente – para siempre –

así puede un rostro

hospedar – sin asumirlo,

el rostro de alguien

en un horizonte vecino –

que ha cruzado – en cuanto ha sido conocido –

791

Mi valor es mi duda toda –

El mérito de él – es todo mi miedo –

Contrastando mi calidad con esto

aparezco – de hecho – más inferior –

No fuera yo a resultar insuficiente

para su amada necesidad –

la máxima aprensión

sobre mi embotada mente –

Es verdad – que la divinidad

ha de inclinarse inherentemente a bajar

la cabeza – porque no puede descansar

sobre nada más alto que ella misma –

De este modo yo – hogar no divino

de su electa alegría –

acomodo mi alma – como si fuera una capilla,

al sacramento de ella –

790

El crecimiento de un ser humano –

como el crecimiento de la naturaleza –

gravita adentro –

La atmósfera y el sol lo respaldan –

pero tiene que ponerse en movimiento –

sin compañía –

Cada cual – debe alcanzar –

su difícil ideal –

mediante la proeza solitaria

de una vida silenciosa –

El esfuerzo – es la única condición –

paciencia del esfuerzo mismo –

paciencia de fuerzas opuestas –

Y creencia intacta –

Observar todo esto – es el ministerio

de su público –

Sin embargo, nadie ayuda

en el trámite –

789

Todo puede ser arreglado, menos la muerte –

Dinastías reparadas –

Sistemas – ubicados en sus fosos –

Ciudadelas – diluidas –

Erial de vida – vuelto a sembrar

con colores por sucesivas primaveras –

La muerte – excepción – de todo eso –

está exenta de cambios –

788

Publicar – es la subasta

de la mente humana –

La pobreza – está justificando

esa cosa tan espantosa.

Posiblemente –

Pero nosotros – preferiríamos ir

desde nuestra buhardilla – blancos – al blanco

Creador – que investir – nuestra nieve –

El pensamiento le pertenece a quien lo ofrendó –

Por lo tanto – a quien lleve su ilustración corpórea –

véndanle – el aire

de la monarquía –

Sean el comerciante de la gracia celestial –

en el empaque –

pero no reduzcan el espíritu humano

a la desgracia del precio –

787

La flor – se expuso – en la montaña –

sin mancha de nombre –

reproducida –

florescencia de un atardecer –

Si yo tuviera semilla, mi siembra púrpura

podría darle dotación al día –

Ni un trópico de un ocaso –

se mostrará alejándose –

Alguien vendrá a arar – la montaña –

y desaparecerá –

No hay aquí testimonio –

de quién será el renombre de la montaña, ni su marchitarse.

Mientras me expongo – los pétalos solemnes

lejos, hasta el norte – y el oriente,

lejos, hasta el sur y el occidente –

van expandiéndose – y culminan – descansando –

Y la montaña, en la tarde,

compone su semblante –

indicando, sin músculo –

la experiencia –

786

El otoño – observó desde las alturas

mi labor con el tejido –

“Tengo colores” – dijo – “que podrían

desacreditar a un flamenco” –

“Déjamelos ver” – le dije –

Elegí – el grana – por considerar

que se parecería a ti –

Y el de pequeño borde –más lleno de sombras –

porque se parecería a mí –

785

Cayó muy bajo – en mi propia consideración –

Lo oí golpearse contra la tierra –

y volverse pedazos en las piedras

del fondo de mi mente –

Sin embargo culpé al destino, que propició –

menos fracturas en comparación con el modo

en que me acusé a mí misma, por cobijar

productos de plata en mi anaquel plateado –

784

A veces dejo caer, por una premura,

el pensamiento de que estoy viva –

El saber es una delicia anónima –

El concebir – es una delicia más disparatada –

Ese dolor consuela, y es tan monstruoso

que aunque estés destrozada todo el día,

sin un solo momento de respiro –

morir – me parece muy lejano –

El delirio – divierte al miserable

por quien relincha el patíbulo –

El balanceo de la hamaca arrulla

las cabezas que están muy cerca del Paraíso –

Un arrecife – arrastrado, con simpleza, del mar

digiere la línea frágil –

El marinero no se entera de ese golpe –

hasta que él mismo sobrepasa el dolor –

783

Aquel que cultiva su propio conocimiento –

nunca buscará compañía en vano –

Hombres muy sabios pueden aburrirse de hombres –

pero el hombre que vive dentro de sí mismo –

nunca conoció lo que es saciarse –

Divertirá mejor que una balada de Border –

que un himno vizcaíno –

Ni siquiera necesitas

presentarte – a él –

782

La renunciación – es una virtud

que da punzadas –

El dejar ir es una presencia –

por una expectación – aunque no ahora –

Sacar ojos – es un amanecer justo –

para evitar que el día –

sobrepuje al gran progenitor del día –

La renunciación – es la elección

contra sí misma –

para justificarse  

a sí misma –

cuando en una ceremonia más extensa –

haga aparecer –

más pequeña – esa visión – que aquí –

ha sido escondida –

781

El remordimiento – es memoria – despierta –

Todas sus partes están en movimiento –

Es una presencia de actos fallidos –

en la ventana – y en la puerta –

Es tiempo pasado – puesto delante del alma

e iluminado con un fósforo –

para facilitar la lectura atenta –

y ayudar a expandir la fe –

El remordimiento no tiene cura –

Es una enfermedad que ni Dios puede sanar –

porque es su institución –

Y es lo propio del infierno –

780

Los pájaros reportaron desde el sur –

una noticia urgente para mí –

Una carga de especias, esos pequeños correos –

Sin embargo – hoy –estoy sorda –

Las flores – apelaron – a una tímida revuelta –

Por mi parte, reforcé la puerta –

“Vayan a florecer para las abejas” – dije –

“y no me molesten – más” –

La gracia del verano, debido a la noticia, forcejeó –

El corazón – lejano – al mejor estilo de ella –

se rehusó totalmente, también –

a estimular la mirada –

Al fin y al cabo, ella se alejó austera –

de una enlutada como yo –

Ponderé sus hielos –

Sucedió cuando la recordé –

Ella tuvo que sufrirme porque yo estaba de luto –

No le ofrecí ni una palabra –

Mi testimonio – fue el crespón que yo llevaba –

Su testimonio – fue su propia muerte –

De ahí en adelante – permanecimos – juntas –

Nunca la cuestioné –

Nuestro contrato fue

una simpatía más sabia.

779

La gracia que – yo – no podría obtener –

le confiere a mi flor – refractada

tan solo un aire –

porque yo misma – habito en ella –

778

Cuatro árboles – sobre un acre solitario –

No tienen designio

ni orden, ni acción aparente –

Mantienen –

al sol – Sobre cierta mañana el viento –

se encuentra con ellos –

No – tienen – vecindad más próxima

que Dios –

El acre les asigna – un lugar –

Ellos – le asignan a él – la atención

de quien pasa por allí – Atención de sombra

o de ardilla, quizás – o de niño –

¿Qué hazaña es la suya en la naturaleza general?

¿Qué plan

retardan ellos – o adelantan?

Nadie lo sabe –

777

La vida, la muerte y gigantes –

como estos – se quedaron callados –

Aparatos – menores – piedra de molino –

insecto alrededor del candil encendido –

o una celebridad de pífano –

mantienen – por casualidad,

aquello que proclaman –

776

La más vital expresión del drama es el día común –

que se pondrá en pie y nos acercará –

otra tragedia.

Perecerá en la recitación –

La recitación – representará lo mejor

cuando el público se haya ido

y cuando hayan cerrado los escenarios –

Aunque Shakespeare no hubiera escrito ni una sola palabra –

para el público Hamlet sería Hamlet –

Incluso aunque Romeo no hubiera dejado

registro de su Julieta,

 

el drama sería infinitamente representado

en el corazón humano –

el único teatro autorizado

cuyos administradores no pueden cerrar –

775

La incertidumbre – es más hostil que la muerte –

La muerte – aunque vasta,

es solo muerte y no puede ensancharse –

La incertidumbre – no concluye –

sino que perece – con el fin de vivir otra vez –

Pero solo para volver a morir –

La aniquilación – es bañada en plata recientemente

con inmortalidad –

774

Me enseñaste a esperar conmigo misma –

una cita estrictamente cumplida –

Me enseñaste fortaleza de destino –

También – esto – he aprendido –

Una altura de muerte; no podría

alejarla de manera más amarga

que como – la vida – lo había hecho antes –

No obstante – existe una ciencia adicional –

Entender – el Cielo que conoces –

de modo que no te avergüences de mí –

en la luminosa audiencia de Cristo

sobre la posterior posesión –

773

Soy consciente de un amigo sin forma

dentro de mi aposento –

Mi amigo no rinde testimonio por postura –

ni confirma – por palabra –

Tampoco necesito – presentarle un lugar –

Es una cortesía más apropiada

la acogedora intuición

de su compañía –

La presencia – es su extrema licencia –

Ni él a mí

ni yo a él – por acento –

nos robamos la honradez –

El tedio de él sería más pintoresco

que si la monotonía

conociera una partícula – de la vasta

sociedad del espacio –

Sin tener en cuenta que si él visita a otro –

ni si se queda – o no –

sé – que un instinto justo lo consideraría

inmortalidad –

772

Los aceites esenciales – se estrujan –

La esencia de la rosa

no es expresada por soles –

Sólo – es la dádiva de las tuercas –

La rosa convencional – entrará en decadencia –

mientras esta – dentro del cajón de la dama -

creará verano – cuando esa dama descanse

en un sepulcro sin especias –

771

La echamos de menos, no porque notemos –

la ausencia de unos ojos –

Se reducirá nuestro trato en sociedad

excepto si su mente nos acompaña

tan levemente como las rutas de las estrellas –

Nosotros – dormidos, abajo –

sabemos que sus ojos superiores

nos incluyen – en la medida de su caminar –

770

Beber contundentes brebajes

de sus refrescantes mentes

le da capacidad a mi mente,

a través del desierto o del terreno árido,

como si en todo esto hubiese vino sellado –

para que mi mente vaya elástica –

O como uno que ha logrado el gesto del camello –

Cuán poderoso es el estímulo

de una mente hermética –

769

Estos – tuvieron visiones –

Cúbrelos suavemente –

Estos – tuvieron hoyuelos –

Alísalos lentamente –

Esta – dirigió acentos de despedida –

Te extraño mucho - dulce boca – vivaz –

Este – Le atusamos –

innumerable satín –

Estos – Durante el mediodía que pasó –

sostuvimos entre los nuestros –

sus dedos de esbelta aurora –

Estos – corrían para encontrarse

con nosotros –

Perla – por calcetín – perla por zapato –

El Paraíso – es el único palacio

indicado para recibirla a ella – ahora –

768

Las montañas – crecen sin avisar –

Sus figuras púrpuras se alzan

sin intento – cansancio –

ayuda – ni aplausos –

En sus rostros eternos

el sol – con preciso deleite –

busca – amplio – último – dorado –

amistad – cuando llega la noche –

767

Tenía una bendición sobre los demás,

inmensa a mis ojos,

tanto que dejó de hacer cálculos – satisfecha –

Porque esta medida hechizada –

era el límite de mi sueño –

el foco de mi plegaria –

una perfecta – paralizante benevolencia –

complacida en cuanto a desesperación –

No supe más de anhelos – ni de frialdad –

Ambos se convirtieron en fantasmas

Para este nuevo valor en el alma –

esta muy suprema suma terrena –

El cielo de abajo oscureció al cielo de arriba –

con un más rojizo azul –

Las latitudes de la vida se entregaron – totalmente –

El Juicio Final pereció – también –

Por qué la benevolencia se desembolsará

de manera tan parca –

Por qué el Paraíso tendrá aplazamiento –

Por qué nos van a servir las riadas – en cuencos –

No conjeturo más –

766

Que el pájaro charlatán – no detenga su cantar

cuando el único árbol

que le importó ocupar

sea herido hasta la raíz –

por el labrador –

perdidos – su espacioso porvenir –

y su mejor horizonte –

Valiente pájaro charlatán –

cuya música es su

único consuelo –

765

El amanecer corre para ambos –

El Oriente – guarda su púrpura promesa

esponsal con la colina –

El mediodía rompe las ventanas de su azul

hasta que una amplitud cubra a los dos –

aun – muy remotos –

Tampoco la noche olvida

poner – una lámpara para cada uno –

las pequeñas llamas a gran distancia –

El Norte – levanta su signo de fuego

en yodo –

hasta que ambos – pueden ver –

Los brazos oscuros de la medianoche

estrechan hemisferios y casas

y de esa manera

uno – sobre su seno –

y el otro sobre su dobladillo –

descansan –

764

Mi vida había sido – una carabina cargada –

abandonada en rincones – hasta que un día

el propietario pasó – se identificó –

y me sedujo –

Ahora vagamos por bosques soberanos –

y cazamos una gran gama de presas –

Cada vez que hablo por él –

las montañas contestan directamente –

Si sonrío una luz cordial

resplandece sobre el valle –

Es como si un rostro del Vesubio

hubiera dejado atravesar su placer –

Y cuando llega la noche – acabado nuestro

buen día – protejo la cabeza de mi amo –

Es mejor que haber compartido –

una cómoda almohada de pluma de pato –

Soy enemiga – de su enemigo a muerte –

No se mueve por segunda vez –

aquel sobre quien yo dirija una mirada de bilis –

o un pulgar enfático –

Aunque yo pueda vivir  - más que él –

él debe vivir – más que yo –

porque yo tengo sólo el poder de matar

sin – el poder de morir –

763

No tenía tiempo para odiar

porque

el sepulcro podría empezar a estorbarme –

y la vida no era

tan amplia

como para que yo terminara – en enemistades –

Ni tenía tiempo para amar –

pero ya

que debe existir alguna ocupación –

pensé

en que ese pequeño afán del amor –

era suficiente para mí –

762

Prométeme – cuando estés muriendo –

y alguien me llame –

que tu último suspiro me pertenecerá –

que tu mirada ceñida – será mía –

pero no con monedas – aunque hayan sido acuñadas

por las manos de un emperador –

que mis labios sean – la única hebilla

requerida por tus ojos – entrecerrados –

que el permanecer será mío – cuando todos

se hayan ido – para especular una vez más

si la vida fuera otra vez entregada –

vida de mí – restaurada –

Apurada así – toda mi libación –

es bueno que veas

que la bendición de la muerte – exaltará

una bendición de la vida – imitándote –

Custodiar tu estrecho precinto – me pertenece –

seducir al sol

para que se extienda, muy larga, en tu sur

solicitar inmensos rocíos matinales

bajo tierra, en tu favor,

para evitar que la celosa yerba

se incline más verde – o haga racimos

más cariñosa, alrededor de alguna otra persona –

Me corresponde suplicar a Madonna –

si existe Madonna

que pueda contemplar a una creatura tan lejana –

Cristo – me - omitió –

Todo esto para seguir tu querido rastro –

Pero nunca tan separada de ti –

pues ¿no me había sido

lo suficientemente negado – mi cielo?

761

El verano es mucho

como para mostrarme

ilegítima –

El pequeño instante de una sonrisa

sería en exceso exorbitante

para la dama

con su aspecto de adinerada –

si ella supiera

que una miga de mi estampa

sería suficiente

para colmar la despensa del petirrojo –

760

El dolor – tiene un elemento de vacío –

No puede recordar

cuándo empezó – o si hubo

una época en que él no estaba –

No tiene futuro – sólo a sí mismo –

Su infinito contiene

su pasado – iluminado para percibir

nuevas temporadas – de sufrimiento.

759

El dulce regreso de ella para abandonar la hacienda

fue por un camino más oscuro –

Carruajes – por supuesto – y visitas – además –

excepto por días festivos.

Fue un esfuerzo más compasivo

que el realizado por un mar con mucho peso

sobre los intentos de triscar el rizo

que él mismo había llevado a naufragar –

Nunca una novia tuvo tantos observadores –

Nunca unos parientes se arrodillaron

para saludar a una frente tan bella –

De hecho, la guirnalda

será más apropiada para sus pies –

delante de nosotros – que cualquier otra cosa

frente a ella – arte de nieve – o manía de lirio

podrían conceder.

En cuanto a su padre –

por si alguien le pregunta a ella –

él buscará tan alto como la palmera – que le sirve al desierto –

para obtener el cielo –

La distancia – será el único gesto de ella –

si es negación – o afirmación –

aquiescencia – o vacilación –

por si alguien se propone adivinar –

él – tendrá que pasar por el ángulo de cristal

que volverá oscura la cara de su hija –

él – tendrá que haber alcanzado en persona

un paraíso igual al de ella –