El dulce regreso de ella para abandonar la
hacienda
fue por un camino más oscuro –
Carruajes – por supuesto – y visitas – además –
excepto por días festivos.
Fue un esfuerzo más compasivo
que el realizado por un mar con mucho peso
sobre los intentos de triscar el rizo
que él mismo había llevado a naufragar –
Nunca una novia tuvo tantos observadores –
Nunca unos parientes se arrodillaron
para saludar a una frente tan bella –
De hecho, la guirnalda
será más apropiada para sus pies –
delante de nosotros – que cualquier otra cosa
frente a ella – arte de nieve – o manía de
lirio
podrían conceder.
En cuanto a su padre –
por si alguien le pregunta a ella –
él buscará tan alto como la palmera – que le
sirve al desierto –
para obtener el cielo –
La distancia – será el único gesto de ella –
si es negación – o afirmación –
aquiescencia – o vacilación –
por si alguien se propone adivinar –
él – tendrá que pasar por el ángulo de cristal
que volverá oscura la cara de su hija –
él – tendrá que haber alcanzado en persona
un paraíso igual al de ella –
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