viernes, 10 de febrero de 2017

735

Hace una noche o dos
la luna solo era un puñado de oro –
Y ahora ella vuelve su cara perfecta
sobre el mundo de abajo –

Su frente es de amplia claridad –
Su mejilla – un berilo labrado –
Sus ojos son lo más parecido que yo haya visto
al rocío de verano –

Sus labios de ámbar nunca se apartan –
Sin embargo, ¿cuál debe ser la sonrisa
que ella podría conferir a su amiga
si esa fuera su voluntad plateada?

Y qué privilegio ser
al menos la estrella más alejada –
sólo por la certeza de que ella asumirá
su camino – junto a la puerta de tu palacio –

Su sombrero es el firmamento –
Sus zapatos – el universo –
Los adornos de su cinturón – las estrellas –
Azules – sus bombasíes –



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