lunes, 6 de febrero de 2017

719

Me atrevo a preguntar - ¿Y si él estuviera vivo?
¿Y si acaso hubiera muerto?
Así fui – atemorizada – rodeando a las palabras
a medida – que iba encontrándolas –

Sugerí cambios – un lapso de tiempo –
Toqué con mucho cuidado – las superficies
de los años – para que no se quebraran –
y no exponerme, así, a mis miedos –

Me eché hacia atrás, hacia vidas que se encontraban
cerca – saliendo con habilidad –
de cualquier lugar donde sospechara que vería tumbas –
Pensé – que era lo más prudente –

Y a él – lo empujé – con una fuerza repentina –
Encarando a la inseguridad –
“Estaba sepultado” – “Sepultado” – “Él”.
Toda mi vida cabe entre la zanja –



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