Soy consciente de un amigo sin forma
dentro de mi aposento –
Mi amigo no rinde testimonio por postura –
ni confirma – por palabra –
Tampoco necesito – presentarle un lugar –
Es una cortesía más apropiada
la acogedora intuición
de su compañía –
La presencia – es su extrema licencia –
Ni él a mí
ni yo a él – por acento –
nos robamos la honradez –
El tedio de él sería más pintoresco
que si la monotonía
conociera una partícula – de la vasta
sociedad del espacio –
Sin tener en cuenta que si él visita a otro –
ni si se queda – o no –
sé – que un instinto justo lo consideraría
inmortalidad –
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