Mi alma – me acusó – y me derrumbé –
Todo lo demás me acusó, como si lenguas
de diamante hubieran empezado a vilipendiar –
y sonreí –
Mi alma – durante aquella mañana –
era mi amiga –
Su favor – es el mejor desdén
hacia artificio de tiempo – o de seres humanos
–
En cuanto a ese desdén –
sería más liviano soportar
un dedo de fuego esmaltado –
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