jueves, 28 de abril de 2016

387

La luna está distante del mar –
Y sin embargo, con manos de ámbar –
ella lo guía – dócil, como a un niño –
a lo largo de arenas prefijadas –

Él nunca falla ni un paso –
obediente al ojo de ella –
Avanza justamente – hacia la ciudad –
o justamente – retrocede –

Señor: tuya es la mano de ámbar –
y mío – el lejano mar –
Estoy presta a obedecer al más mínimo mandato
que tus ojos me impongan –


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