domingo, 1 de mayo de 2016

398

Sucede habitualmente –
La mañana después de la tragedia
eclipsó a todos los que se levantaron antes –
en son de inexplicable júbilo –

Como si a la naturaleza no le importara –
Como si apilara sus flores –
para alardear aún más de una alegría
que su víctima pudiera observar fijamente –

Los pájaros declaman sus tonadas –
pronunciando las palabras, una por una,
como si fueran martillos –
Si los pájaros supieran que caen

como letanías de plomo, aquí y allá, sobre una criatura,
modificarían esa dicha
para ajustar cierta clave de crucifixión –
cierto timbre de calvario –


No hay comentarios:

Publicar un comentario