Sucede habitualmente –
La mañana después de la
tragedia
eclipsó a todos los que se
levantaron antes –
en son de inexplicable júbilo
–
Como si a la naturaleza no le
importara –
Como si apilara sus flores –
para alardear aún más de una
alegría
que su víctima pudiera
observar fijamente –
Los pájaros declaman sus
tonadas –
pronunciando las palabras,
una por una,
como si fueran martillos –
Si los pájaros supieran que
caen
como letanías de plomo, aquí
y allá, sobre una criatura,
modificarían esa dicha
para ajustar cierta clave de
crucifixión –
cierto timbre de calvario –
No hay comentarios:
Publicar un comentario